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Cómo implementar la transformación digital en tu empresa

Cómo implementar la transformación digital en tu empresa

Vivir en la era digital tiene muchas ventajas, pero también es innegable que presenta retos. Desde cosas tan, aparentemente, básicas como la dificultad de eliminar el papel moneda para digitalizar toda la economía hasta cuestiones tan complejas como el tema que nos ocupa, la transformación digital de empresas que viven de tecnología y sistemas del siglo XX, por la razón que sea.

Una vez hemos entendido que el proceso de transformación digital de una empresa es un desafío, debemos aceptar también que este desafío consiste en la implementación efectiva de una serie de cambios que pueden afectar profundamente a los procesos que el negocio venía siguiendo y también a los que sus empleados y empleadas seguían.

Esto significa que no debemos perder de vista que esta transformación digital no incluye solo la implementación de tecnologías nuevas sino también firmes controles y sistemas de apoyos para garantizar que todas las personas se sienten cómodas y alineadas en este proceso de cambio. En cualquier caso, lo importante es que, si hacemos todo este proceso correctamente, los beneficios pueden ser tan grandes que nos permitan incluso descubrir nuevas vías de negocio, o llegar a redefinir el modelo de negocio completo.

  1. Identificar necesidades y tecnologías

Lo más importante para esta transformación es, de entrada, identificar cuáles son nuestras principales necesidades, para poder definir qué tipos de tecnologías serán más beneficiosas para la empresa. Aunque, eso sí, tampoco es mala idea abrirnos a oportunidades, porque en el proceso podemos descubrir nuevas necesidades, como suele suceder en todos los procesos disruptivos. ¿O cuántos de nosotros y nosotras creíamos que necesitábamos una computadora en el bolsillo antes de la irrupción de los teléfonos inteligentes?

Por ejemplo, ahora mismo, en 2023, lo que está más en boga es la Inteligencia Artificial. Puede que no estés seguro o segura de cómo aprovecharla para tu empresa, pero su uso puede ir desde el desarrollo de análisis de datos efectivo y veloz que nos permita hacer más eficientes nuestro procesos y evitar problemas y errores hasta la implementación de un chat inteligente para sustituir a un viejo asistente virtual para mejorar la experiencia de la clientela en compras en línea.

Otra de las tecnologías que más han sonado en los últimos años es el Blockchain, usado de forma conocida en las criptomonedas. Pero su interés va mucho más allá, pues su propósito de permitir un registro seguro y descentralizado de transacciones se puede usar no solo para mover dinero sino también para realizar todo tipo de contratos inteligentes, lo que ayudará a hacer los procesos más transparentes y confiables. En definitiva, su uso puede beneficiar a cualquier empresa que necesite registrar y compartir información de manera segura y descentralizada para poder prescindir de la intervención de intermediarios.

Esto puede beneficiar, claro, a empresas del sector finanzas, pero también a empresas de logística, o de salud, para permitir compartir registros médicos de forma rápida y segura; o incluso se puede usar para compartir datos de consumo de energía, o incluso para gestionar los derechos de autor en la industria del entretenimiento,

Otras tecnologías que nos pueden ayudar son la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada, que permiten explorar todo tipo de nuevas estrategias comerciales, por ejemplo, o la computación en la nube (cloud computing), que permite el acceso remoto y compartido de información y aplicaciones, lo que puede aumentar la eficiencia y reducir costos de infraestructura.

  1. Adaptar procesos y equipos

Una vez definidas aquellas tecnologías que nos pueden ayudar en este proceso de transformación digital integral, deberemos adecuar totalmente los procesos y equipos. La dirección de la empresa deberá estar a cargo de pensar qué cambios necesita hacer en el organigrama; quizás, directamente, deberá crear un nuevo departamento. Para ello, además, será importante entender que puede ser necesario reclutar talento nuevo, que nos permita usar las nuevas herramientas de forma eficiente. Esto puede implicar también hacer ciertos sacrificios, puesto que estos cambios pueden llegar a ser sensibles en algunas empresas, especialmente aquellas más apegadas a viejos procesos.

En este sentido, será importante dar capacitación adecuada al personal, tanto el existente como el nuevo, así como establecer procesos de retroalimentación, fomento de la iniciativa creativa, una comunicación fluida y efectiva, la creación de incentivos, así como la identificación de liderazgos.

  1. Establecer objetivos y medir progresos

Una vez tenemos las tecnologías listas, el organigrama definido, y a un equipo preparado, será también muy importante crear metas claras con tiempos concretos, establecer métricas definidas para medir los progresos que se estén realizando y definir claramente las responsabilidades al respecto en el esquema jerárquico de la empresa. Esto, claro está, deberá estar dentro de una estrategia de evaluación permanente que, en conjunto con las KPIs obtenidas, nos permita redefinir estrategias cuando sea necesario.

  1. Ver más allá

Una vez todo este proceso de transformación esté en marcha, será muy importante entender también que esto no es un camino con un final definido. La tecnología está en constante evolución y, de hecho, la historia reciente de la humanidad, digamos, los últimos cien años, nos ha demostrado que la tecnología avanza a un ritmo creciente, exponencial. En 1903 los hermanos Wright realizaron el primer vuelo motorizado y, solo 40 años después, la aviación ya era un negocio global rutilante.

Esto significa que la empresa y sus dirigentes deberán estar siempre dispuestos a captar las nuevas tendencias y posibilidades para desarrollar nuevas estrategias, y sus procesos, deberán estar siempre preparados para el cambio. El modelo de negocio de la empresa deberá poder siempre mutar en algo más eficiente o incluso nuevo, porque la siguiente oportunidad de negocio se puede estar escondiendo detrás de una tecnología que, quizás, aun ni siquiera existe.

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