5 Pasos para Modificar tu Estrategia ante Desafíos
La verdad: Si en la vida todo saliera siempre como lo esperamos, nos aburriríamos mucho. Claro, tampoco se trata de pasárnosla esquivándonos y tropezando de error en error, pero así sea este el caso o logremos acerquemos milagrosamente a la utopía de la perfección, la realidad es que siempre va a haber equivocaciones y momentos donde las cosas debieron salir bien pero algo se torció. Y, admitámoslo, cuando eso sucede, es demasiado fácil perder la calma y que la frustración nos nuble el juicio. Por esto, aquí te damos cinco claves para que sepas cómo enfrentar estas situaciones de forma eficiente y tranquila y que, además, te permitirán mejorar y prepararte para futuras situaciones similares.
- Evalúa la situación actual:
Lo primero de todo es tener un buen diagnóstico de la situación, qué ha ocurrido y por qué ha ocurrido. Para ello no basta poner sensaciones y emociones sobre la mesa, es importante analizar los hechos con base en datos, incluidos los financieros, y todo tipo de métricas clave que nos hablen del rendimiento de la empresa, desde el general hasta los detalles que tengan que ver con la parte afectada.
Una vez tengas estos datos al alcance, es importante que identifiques aquellas métricas que más se alejan de lo que considerarías el desempeño ideal para poder identificar qué áreas del negocio no están funcionando, o por qué han fallado, y poder así entender las causas subyacentes del problema, lo que te facilitará emprender las soluciones.
Una vez los datos ya te han dado una idea general del problema, es importante que ahí, y solo en este punto, hables también con tus empleados, clientes y proveedores, para tener diferentes perspectivas sobre los hechos y la situación. Esto te permitirá complementar lo que te dicen los datos con diferentes perspectivas, internas y externas.
- Reajusta objetivos:
Cuando ya tengas un diagnóstico completo de la situación basado en datos y complementado con opiniones, es momento de bajar el balón al piso y evaluar si los objetivos que se habían fijado eran realistas.
En caso de que entiendas que los objetivos se deben reajustar, es importante que consideres priorizar aquellos que vayan a tener un impacto mayor en el éxito general del negocio y en el cumplimiento de la visión a largo plazo del proyecto y sigas estas pautas que definimos para poderlos alcanzar.
Porque es importante que los nuevos objetivos sean realistas. A modo de resumen de cómo fijar nuevos objetivos, recuerda que tus metas deben ser SMART, es decir, inteligentes (specific, measurable, achievable, relevant and time-bound; es decir, en español: específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos definidos).
- Experimenta con nuevas estrategias:
Una vez el diagnóstico está hecho y los objetivos se han reevaluado, es importante entrar en una etapa en que buscamos las herramientas y formas adecuadas de cumplir con estos nuevos objetivos. Aquí es donde puedes apoyarte en herramientas básicas que van desde clásicos como los estudios de mercado al último grito tecnológico.
En la primera parte, céntrate en investigar cuáles son los nuevos estándares y las tendencias actuales de tu mercado y las principales prácticas, tradicionales y modernas, de tu industria, para tener claro qué lineamientos e ideas se deben seguir y cuáles se pueden modificar o, directamente, descartar.
Por otro lado, puedes emplear todo tipo de herramientas tecnológicas para abordar tus nuevos objetivos. En anteriores artículos hemos hablado de cómo usar la Inteligencia Artificial, de cómo adaptar tu negocio a la era digital, de las oportunidades que ofrece la tecnología blockchain o de cómo usar el análisis de datos para la toma de decisiones en tiempo real, por poner varios ejemplos.
Una vez hayas decidido qué tecnologías y herramientas pueden ayudar y que hasta ahora no estabas utilizando, y cómo y con qué fin las vas a utilizar, es importante que trates de llevar a cabo pruebas piloto en áreas específicas de tu negocio y con diferentes enfoques para identificar las mejores oportunidades. Analiza los resultados de cada experimento y adopta las estrategias que parezcan más exitosas.
- Flexibilidad y agilidad:
Hasta este punto hemos visto pasos clave y bastante claros para actuar y dar la vuelta a la situación, pero lo que viene son dos pasos más enfocados ya a garantizarte un futuro óptimo para la toma de decisiones y la definición de estrategias. La idea aquí es que te asegures de que fomentas que tu empresa abrace el cambio y valore la flexibilidad y la adaptabilidad que este supone, porque esto te hará más fuerte en el mercado.
Es importante que, para garantizar una cultura empresarial favorable al cambio, tengas unas estructuras que te permitan tomar decisiones rápidas y eficientes, apoyadas en buena información. Para esto, mantén un entorno comunicativo y positivo, donde cualquier empleado o colaborador pueda aportar sus ideas y comentarios, claro, en tono constructivo. Facilita vías de comunicación para este fin y tendrás el mejor caldo de cultivo para tener una empresa fuerte, flexible y resciliente.
- Enfócate en la mejora continua:
Por último, es importante que te enfoques en mantener activas formas de medir la evolución de los indicadores y el progreso de los nuevos objetivos. Esto lo harás a través de los llamados indicadores clave de rendimiento (abreviado como KPIs), que te facilitarán medir los avances y la efectividad de las nuevas estrategias implementadas.
Con base en los datos que te aporten estos KPIs, o Key Performance Indicators, en inglés, deberás reunir a tu equipo regularmente para revisar los resultados y discutir posibles ajustes o mejoras que puedan implementar. Incentiva a la gente a buscar siempre formas de ser más eficiente y efectiva y recompensa a quienes contribuyan más y mejor a la mejora continua.
Seguirá habiendo errores y seguirán fallando algunas estrategias, pero, si eres capaz de tomar estos pasos con la actitud correcta, tu empresa estará siempre en el camino correcto y, tarde o temprano, el porcentaje de veces que aciertas subirá y, en ese caso, bienvenido sea el aburrimiento.
